lunes, 26 de mayo de 2008

El adiós de un grande

Guga Image

A inicios de siglo empezó mi curiosidad, que terminó desbordando en atracción, por el tennis. Por ese tiempo leía en los diarios sobre el número uno Gustavo Kuerten "Guga" y su brillante y muy vistozo juego. Recuerdo que lo que primero que me atrajo del tennis, además del hecho de que hubiese torneos cada semana dejando chance a revanchas rápidas, fueron los partidos de Guga.

Guga mostró una técnica impecable, quienes jugaron contra él decían que era como estar ante una pared de frontón. Tenía y tiene un juego alegre, con golpes muy buenos. Juego que lo llevó a ganar nada menos que tres coronas de Roland Garros (1997, 2000 y 2001), el grand slam más añorado por los latinoamericanos, torneo que no pudieron alcanzar grandes como Sampras o el mismo Federer. Es aquí que conservo un gratísimo recuerdo, era 2001 y nos habían instalado cable un mes antes, llegué a ver el roland garros de ese año y sobre todo la final contra Alex Corretja, final que luego de ganarla Guga dibujó un corazón en la arcilla de la cancha y se echó alli recibiendo el fuerte aplauso de un público ante el cual siempre se sintió a gusto. Y es que éste fue una de las razones más fuertes para que haya trascendido tanto, él era muy bueno jugando, sí, pero también irradió un aura de simpatía que el publicó de todo el mundo supo conectar. Era local en la cancha que pisase, siempre se mostró agradecido y supo corresponder a este apoyo.

Se retiró un tiempo por diversas lesiones que le impidieron seguir en el circuito, llegó a operarse dos veces, pero esa lesión a la cadera no lo dejaría ir más. Ayer fue su partido final, y como no podía ser de otra forma el escenario fue la cancha del Philippe Chatrier, lugar que fue testigo de sus más altos picos y que albergó la última presentación de un grande. El rival, el francés Paul-Henri Mathieu, el resultado fue lo de menos, cayó en tres sets pero regaló al mundo minutos de genialidad, golpes que hicieron por momentos recordar aquellos años cargados de gloria. fue muy aplaudido y se veía en su rostro que quería disfrutar al máximo cada bola en juego. Al final acabó entre olas de la gente, bromas con su rival y un gran mar de aplausos. Se tapó con una toalla para que no lo vean llorar y recibió un regalo excelente: un pedazo de su tierra, un recuerdo del Roland Garros, que seguramente atesorará en la misma vitrina donde deben estar sus tres copas. Habló en francés, agradeciendo a ese público que siempre estuvo allí con él: "Estoy contento de haber ganado aquí tres veces, pero el amor de todos vosotros es más importante que todo eso" dijo al final.

Pasó 43 semanas como el número uno del mundo, ganó veinte torneos ATP en los que se incluyen además cinco master series: Monte Carlo en 1999 y 2001, Roma en 1999, Hamburgo en 2000 y Cincinnati en el 2001. Consciente siempre de devolver algo a la gente que tanto lo apoyó Guga abrió en el 2000 el Instituto Guga Kuerten que ayuda a personas discapacitadas y apoya proyectos para promover el desarrollo integral de los niños y adolescentes a través del deporte.

Gracias Guga, gracias por regalarnos tanto a lo largo de estos años, gracias por hacerme un fanático del tennis.


Guga Image

(Fotografías tomadas de la página de la ATP y de Roland Garros)

1 comentario:

Alfredo dijo...

Hoy lei en el comercio que no se sabía aún cual es el mejor jugador de la historia de tenis para sudamerica, si era Guga, el chino Rios (que me caía demasiado antipático) y Gillermo Vilas.
Por lo que pude ver (sólo a Guga y al chino) puedo decir que Guga es el mejor de todos, aunque no puedo opinar acerca de Vilas, pero según muchos entendidos fue el mejor de todos los tiempos.