El sueño del chico

Hace unos minutos terminó un episodio más en las batallas de la Champions League. Manchester United se alzó con un merecido título. La cafetería del trabajo estaba que reventaba de gente (si, tenemos la suerte de tener dos televisores en la oficina). Al culminar el match mientras la mayoría iba saliendo y se mostraba las celebraciones de los jugadores en la cancha no podia dejar de fijarme en el pinocho Van der Sar, él fue el héroe de la jornada, más allá que Cristiano Ronaldo, quien marcó en los 90 pero erró un penal después, él tapó el penal decisivo y consiguió con eso no solo que su equipo se alzara con el torneo de clubes más importante del mundo sino que una multitud de gente estallase en júbilo, en el estadio, en Inglaterra y en el resto de paises donde haya un hincha de los diablos rojos y del buen fútbol.

El ser un héroe por un día, el lograr la admiración, respeto y cariño de la gente es una sensación indescriptible. El sueño de todos los niños que alguna vez jugaron a la pelota, que celebraban los goles como si fueran hechos en la final del mundial, imaginando una tribuna llena que los vitoreaba a viva voz. Esto es lo lindo de este deporte, esa mística que es muchas veces criticada por gran parte del sexo femenino que no entienden porque nos paralizamos por un Barcelona-Madrid o porque a nuestros 18, 24 ó 32 años coleccionamos figuritas de un albúm que es casi imposible de llenar. La pasión que puede despertar el fútbol es inexplicable. No son un grupo de hombres corriendo trás una bola en un juego sin sentido, o una excusa para llegar tarde a casa los jueves a la noche, es la realización de las fantasías de los niños que aún duermen en nosotros y anhelan hacer esa jugada soñada o marcar ese gol en el último minuto y ser por un instante héroes.

Como muchos de mis amigos han constatado no soy muy bueno jugando a la pelota, en realidad por eso aprendí a tapar(cualidad que he perdido con el tiempo), para poder participar de los juegos del barrio; pero trato de ponerle todo el corazón a los partidos que disputo, me gusta volver a tener 11 años y disputar cada bola, renegar de cada falta o gol en contra como si fuese la final del mundo. Espero yo también llegar a ser a mi manera héroe por un momento...

A propósito de esto aqui el video de una publicidad que lanzó una compañía argentina en el pasado mundial, excelente propuesta: